Android tiene el que posiblemente es el mejor sistema de notificaciones, un centro neurálgico donde las aplicaciones pueden avisarnos de sus últimas novedades. En Android 4.1 Jelly Bean las mejoras son sencillamente impresionantes, y debería ser la referencia para el resto de sistemas operativos móviles. Se va a poder “vivir” sin salir del sistema de notificaciones.
Las notificaciones, por el momento, se limitaban a indicar qué novedades había. Un nuevo correo electrónico, con un poco de su contenido y remitente. Un nuevo turno en Apalabrados. Un check-in de un amigo en Foursquare. Una actualización disponible en el Market. Un comentario en Instagram. Lo que ya todos conocemos.
Pero en Jelly Bean, las notificaciones son mucho más ricas y dinámicas. Para empezar, cada notificación puede ser ampliada, contraída o descartada con gestos táctiles, además de ofrecer muchas opciones rápidas. Es como si pudiéramos tener widgets dentro de las notificaciones.
Por poner un ejemplo, arrastrando con dos dedos podríamos extender una notificación de Foursquare, y marcar como “me gusta” o escribir un comentario, todo ello desde la misma notificación, sin necesidad de abrir la aplicación.
O si se trata de un lector de RSS, como Pulse, podríamos leer los nuevos artículos directamente desde el panel de notificaciones. ¡Tremendo!
Si tenemos una cita y llegamos tarde, desde notificaciones podemos enviar un correo con un mensaje predefinido, que se enviará a todos los asistentes a la reunión. O si es un programa de reproducción musical, desde aquí podremos controlar la reproducción.
Manteniendo pulsado sobre una aplicación, aparecen opciones adicionales, como expandir, evitar que esta aplicación siga enviado notificaciones, mostrar información sobre qué aplicación ha generado el aviso…
El nuevo sistema de notificaciones puede incluir imágenes dentro de la notificación, hasta tres botones para acciones rápidas, e incluso un nivel de prioridad, que supongo servirá para determinar el orden en el que se muestra dentro de la lista.
Los desarrolladores tienen varias plantillas predefinidas sobre las que construir sus notificaciones, pero tienen bastante margen para ser creativos y aprovechar al máximo esta característica. Como veis, las posibilidades son infinitas, y convierten al centro de notificaciones en un recurso increíblemente valioso para la productividad.