Virus gigantes plantean preguntas acerca de la vida


pandoravirus
El descubrimiento de dos nuevos virus gigantes, uno de ellos por casualidad, ha hecho que los científicos reflexionen sobre los orígenes de la vida.

Los llamados Pandoravirus tienen el doble de tamaño, tanto en su escala física como en la complejidad de su genoma, que el anterior récord, el Mimivirus.

El hallazgo, realizado por un equipo de investigadores franceses y liderados por el virólogo ambiental Nadège Philippe de la Universidad de Aix-Marsella, ha sido publicado en la revista Science.

Uno de los nuevos virus gigantes, llamado Pandoravirus salinus, fue descubierto al rastrear sedimentos marinos en la desembocadura del río Tunquén en Chile, el otro, P. dulcis, se encontró por casualidad en el fondo de un estanque de agua dulce cerca de Melbourne.

Ambos Pandoravirus parasitan un tipo de amebas unicelulares, conocidas como Acanthamoeba, tan grandes que pueden verse usando microscopio óptico.

Debido a su tamaño, alrededor de un micrómetro, inicialmente se pensaba que eran bacterias, sin embargo, las pruebas de laboratorio revelaron que no se veían afectados por antibióticos, lo que llevó a un mayor estudio.

Cuando se secuenciaron los genomas de P. salinus y P.dulcis se descubrió que tenían 1,9 y 2,5 megabases (Mb), respectivamente. Por el contrario, el genoma de Mimivirus tiene aproximadamente 1,0 Mb.
Estábamos preparados para encontrar nuevos virus en los rangos de mil genes, pero no a más del doble, y ahora llegamos a 2500. Esto indica que no sabemos cuáles son los límites posibles
Dicen los investigadores, quienes también participaron en la identificación de Mimivirus.
Con más del 93 por ciento de sus genes desconocidos, los Pandoravirus desafían la comparación con otras familias de virus y sus orígenes no se remontan a ningún linaje conocido.
Nuestro conocimiento sobre la biodiversidad microbiana del planeta todavía es muy limitado. Los grandes descubrimientos aún no se han hecho en el nivel más fundamental, éstos pueden cambiar nuestra comprensión actual sobre el origen de la vida y su evolución
Según los investigadores, el hallazgo apoya un escenario evolutivo donde se esperan unos virus más cercanos a las formas celulares ancestrales.
Los parásitos suelen experimentar “la reducción del genoma“. Es decir, pueden perder los genes sin daño porque el huésped proporciona la función que falta. Dependiendo de la tasa de evolución, con el tiempo los genomas del parásito encogen.
Buscando virus aún mayores, con un genoma más grande, es una manera de volver atrás en el tiempo y echar un vistazo más de cerca a este ancestro, posiblemente anterior a la aparición del linaje celular eucariota
Concluyen.