No solemos hacer mucho caso a los resultados financieros de los fabricantes de hardware, y es que Android es sólo un eslabón en la cadena de un fabricante de chipsets.
Sin embargo, el caso de Intel si es reseñable, y es que el más importante de los fabricantes de hardware para informática de consumo todavía sigue teniendo una cuenta pendiente con las plataformas móviles, donde ha hecho sus pinitos con Android de por medio pero donde todavía no ha conseguido despegar completamente.
Las finanzas de Intel no dejan lugar a dudas, y es que más del 60% de ingresos de la compañía llegan directamente del mercado de ordenadores personales, y la incidencia económica de los chipsets móviles es de momento bastante testimonial.
Desde Intel confirman que están trabajando duro para acercarse a los diseños ARM en cuanto a rendimiento para plataformas móviles, y aunque cuentan en el mercado con varias soluciones Atom los fabricantes siguen prefiriendo de momento a Qualcomm y Samsung, con MediaTek triunfando en las gamas bajas.
Con esta tesitura no es difícil adivinar que el departamento de chipsets móviles de Intel ha perdido dinero, unos 600 millones, con unos ingresos que sólo suponen el 7% del total de la compañía, en torno a los 1.000 millones de dólares.
Parece pues que Intel está invirtiendo mucho para mejorar sus chipsets para smartphones y tabletas, aunque de momento los resultados no acaban de llegar.