Un equipo de científicos de la Universidad de California en
Los Ángeles (UCLA) que purificó un subconjunto de células madre de
tejido adiposo y las usó para hacer crecer hueso, ha descubierto que
esta materia ósea se forma con mayor rapidez y calidad que la formada
mediante los métodos tradicionales.
Este hallazgo podría hacer que algún día se pueda prescindir de los dolorosos injertos óseos que utilizan material extraído de los pacientes durante procedimientos invasivos.
Se considera que el tejido adiposo, o graso, es una fuente ideal de células madre mesenquimales (capaces de convertirse en hueso, cartílago, músculo y otros tejidos) porque estas células son abundantes en ese tejido, el cual puede ser obtenido fácilmente a través de procedimientos tales como la liposucción.
El equipo de la Dra. Chia Soo utilizó una máquina de clasificación de células para aislar y purificar células madre perivasculares humanas (hPSCs) del tejido adiposo, y ha demostrado que en los experimentos esas células trabajaron mucho mejor en la formación de hueso que las células del tipo SVF, las cuales se han venido empleando para formar hueso. También ha demostrado que un factor de crecimiento llamado NELL-1, descubierto por el Dr. Kang Ting de la Escuela de Odontología de la UCLA, es capaz de mejorar la formación de hueso, al menos en el modelo animal empleado en los experimentos.
Si todo marcha bien, los pacientes algún día se beneficiarán de la disponibilidad inmediata de material de alta calidad para reponer hueso en la parte de su cuerpo donde se necesite. Los médicos obtendrán tejido adiposo de los pacientes, lo purificarán para obtener hPSCs, y reemplazarán las células madre del paciente con hPSCs y NELL-1 en la zona donde se necesite reponer hueso.
Las hPSCs ayudadas por el NELL-1 podrían hacer crecer hueso en el sitio adecuado dentro del paciente, eliminando así la necesidad de los mencionados injertos óseos.
En la investigación también ha trabajado Bruno Péault, de la UCLA.
Este hallazgo podría hacer que algún día se pueda prescindir de los dolorosos injertos óseos que utilizan material extraído de los pacientes durante procedimientos invasivos.
Se considera que el tejido adiposo, o graso, es una fuente ideal de células madre mesenquimales (capaces de convertirse en hueso, cartílago, músculo y otros tejidos) porque estas células son abundantes en ese tejido, el cual puede ser obtenido fácilmente a través de procedimientos tales como la liposucción.
El equipo de la Dra. Chia Soo utilizó una máquina de clasificación de células para aislar y purificar células madre perivasculares humanas (hPSCs) del tejido adiposo, y ha demostrado que en los experimentos esas células trabajaron mucho mejor en la formación de hueso que las células del tipo SVF, las cuales se han venido empleando para formar hueso. También ha demostrado que un factor de crecimiento llamado NELL-1, descubierto por el Dr. Kang Ting de la Escuela de Odontología de la UCLA, es capaz de mejorar la formación de hueso, al menos en el modelo animal empleado en los experimentos.
Si todo marcha bien, los pacientes algún día se beneficiarán de la disponibilidad inmediata de material de alta calidad para reponer hueso en la parte de su cuerpo donde se necesite. Los médicos obtendrán tejido adiposo de los pacientes, lo purificarán para obtener hPSCs, y reemplazarán las células madre del paciente con hPSCs y NELL-1 en la zona donde se necesite reponer hueso.
Las hPSCs ayudadas por el NELL-1 podrían hacer crecer hueso en el sitio adecuado dentro del paciente, eliminando así la necesidad de los mencionados injertos óseos.
En la investigación también ha trabajado Bruno Péault, de la UCLA.