Este es el primer paso de esa ambiciosa convergencia que Mark Shuttleworth —creador de Ubuntu y de Canonical— busca desde hace años, y aun estando aún en una fase preliminar permite comenzar a recorrer un camino que pronto nos llevará a contar con ese smartphone que en realidad será también nuestro PC de sobremesa.
Sin grandes noticias en el escritorio
Esa ambición tiene sus consecuencias: los cambios en la distribución tradicional dirigida a PCs de sobremesa y portátiles son más bien escasos y poco llamativos. De hecho, el mayor de los cambios es uno que puede tener ciertas repercusiones polémicas.Se trata de la llegada de los llamados Smart Scopes, los módulos que amplían los resultados de búsqueda del Dash haciendo que para cada término que introduzcamos aparezcan resultados no solo locales de nuestro ordenador, sino también aquellos procedentes de servicios como la Wikipedia, Amazon, Google News o Flickr.
Esos resultados se pueden configurar para evitar posibles implicaciones de privacidad. Canonical ya tuvo problemas y críticas con esto al no explicar claramente su política de privacidad cuando lanzó el primer Smart Scope —ni siquiera se llamaba así— con Amazon, y veremos si la inclusión de esta faceta logra convencer a los usuarios.
El propio Jono Bacon reconocía que “el escritorio [PCs y portátiles] está viendo un desarrollo menor de características porque la mayoría de la ingeniería se ha centrado en la versión para móviles“.
Y así es: hay nueva version del kernel y versiones actualizadas de aplicaciones como LibreOffice, Rythmbox o Firefox —que sigue siendo el navegador por defecto—, pero por lo demás nos encontraremos con un sistema que es virtualmente idéntico al que teníamos en Ubuntu 12.10. Salvo, como destacan en Canonical, por el hecho de que ese sistema llega también por primera vez de forma estable al móvil.
Mira mamá, ahora también en móviles
Así es: Ubuntu 13.10 Saucy Salamander es la primera edición que Canonical ha calificado como estable para su uso en smartphones. Tras meses de pruebas de las primeras versiones preliminares —los propios responsables de Canonical se han convertido en cobayas de ese periodo de evaluación— llega hasta nosotros la versión móvil de esta distribución.En esta primera versión, por supuesto, aún se nota mucho camino por andar, aunque Canonical ya ha recorrido una parte significativa que permite hablar de un sistema aparentemente preparado para el día a día si no somos usuarios especialmente exigentes en lo que se refiere a las prestaciones, interfaz de usuario o catálogo de aplicaciones disponibles.
Como ellos mismos indican, en Ubuntu 13.10 se incluyen varias aplicaciones base nativas como el navegador, el calendario, el reloj, la aplicación de previsión meteorológica, o la calculadora. Los desarrolladores tienen desde hace tiempo a su disposición un SDK para implementar sus propias soluciones, que pueden hacer uso de la API nativa o del uso de HTML5.
Uno de los componentes esenciales de la distribución es Mir, el sucesor del tradicional servidor gráfico que de momento no se ha integrado en la versión de escritorio por defecto porque XMir —una capa de compatibilidad con el mítico sistema X11 que se usaba hasta ahora— no está del todo pulido en temas como el soporte de configuraciones multipantalla.
Bacon también aclaraba que aunque Ubuntu for phones —como se conoce por ahora— funciona bien en un Galaxy Nexus o en un Nexus 4, esta edición está “realmente orientada a operadoras, OEMS y entusiastas, y no a un público general“.
La compatibilidad con tablets —incluso con los modelos oficiales, el Nexus 7 y el Nexus 10— es limitada, ya que la cámara no funciona en el Nexus 7 y la orientación no puede ser modificada para operar con la pantalla en modo retrato.
Ubuntu espera poder resolver estos problemas y muchos más en la futura edición, Ubuntu 14.04, que además será LTS (Long Term Support) y que si todo va como se espera podría ser la primera en la que veríamos el lanzamiento de terminales basados en Ubuntu.