El máximo responsable de la compañía de Cupertino, creadora de exitosos productos como el iPhone o el iPad, trata de distanciarse de la imagen del célebre Steve Jobs
Es su nuevo y más importante momento, en 
el que tiene que sacarse un as de la manga y demostrar a todo el mundo 
de lo que esta gran firma tecnológica es capaz de generar. Tim Cook cumple dos años desde que fuera nombrado máximo responsable de Apple, ahora en la picota por la falta de creatividad en los últimos tiempos y que busca reverdecer los laureles de la gloria. El próximo 10 de septiembre
 las miradas se posarán sobre ella y los cuchillos estarán preparados 
para criticar, si se diera el caso, la evolución sometida a ritmo de la 
industria tecnológica, cada vez más competitiva. 
Pero la historia de su actual máximo 
responsable, su avance y puesta en marcha no ha sido fácil. Poco después
 de fichar como directora de operaciones de Facebook, Sheryl Sandberg buscó contactar con alguien en una posición similar como número dos, brillante y apasionado. Llamó a Tim Cook. «Básicamente me explicó amablemente que mi trabajo era hacer las cosas en las que Mark Zuckerberg
 no quería centrarse», dijo Sandberg de la reunión del 2007 que duró 
varias horas con el entonces director de operaciones de Apple, según recoge la agencia Reuters.
«Ése era su trabajo con Steve Jobs. Y
 me explicó que el trabajo cambiaría con el tiempo y que debería estar 
preparada para ello», añadió. Mientras que Sandberg ha disfrutado de la 
estabilidad en Facebook, el trabajo de Cook ha cambiado radicalmente 
desde entonces. Ahora el hombre que realizaba una de las tareas más 
difíciles del negocio -ponerse en la piel de Steve Jobs y mantener a Apple en lo alto- podría necesitar de consejos. 
Bajo el mando de dos años de Cook, se
 espera que Apple revele un iPhone rediseñado el mes que viene. Será un 
momento crucial para Cook. La compañía que hereda se ha convertido en 
una criatura muy diferente: una enorme empresa madura más que un 
pionero, que acumula una caída del 5% en sus acciones este año pese a una reciente escalda. El índice S&P 500 ha subido alrededor de un 15% este año. 
Rumores de la llegada del iWatch
La transición era quizás inevitable tras un espectacular crecimiento de cinco años en los que la planilla de Apple se triplicó,
 sus ingresos se multiplicaron por seis, sus beneficios por 12 y su 
cotización pasó de 150 a 705 dólares (112 a 528 euros) el pasado otoño. 
Pero ha sido doloroso para algunos. No está claro si el estable Cook, 
que siempre busca consensos, puede perfilar de nuevo la cultura de culto que construyó Jobs. 
Aunque Cook ha gestionado hábilmente 
las líneas de producto del iPhone y el iPad, que siguen dando enormes 
beneficios, Apple todavía tiene que sacar un nuevo gran producto con 
Cook al frente; los rumores sobre relojes y televisiones siguen siendo rumores.
 Algunos se preocupan de que los cambios de Cook en la cultura de la 
empresa han apagado el fuego -y quizá el miedo- que llevaba a sus 
empleados a tratar de conseguir lo imposible. 
Estilo diferente
A Tim Cook se le conoce por ser un 
adicto al trabajo que protege celosamente su intimidad. La gente que lo 
conoce lo retrata como un ejecutivo considerado y reflexivo, que se deja
 guiar por los datos y que sabe escuchar y ser encantador y divertido en
 las pequeñas reuniones.En el día a día en Apple, ha implantado un estilo metódico, diferente al que podría ser el de su predecesor.
 La reunión bimensual de Jobs sobre el software del iPhone, en las que 
repasaba cada nueva característica para el producto estrella de la 
compañía, ya no se hace. 
Fiasco del servicio de mapas
«No es para nada el estilo de Tim», 
dijo una persona conocedora de esas reuniones. «Él delega», dijo. Pero 
tiene un lado duro. En las reuniones, Cook está tan tranquilo como para 
ser casi insondable, sentado en silencio con las manos cruzadas por 
delante. Cualquier cambio en el balanceo constante de su silla es una 
señal para sus subordinados: cuando solamente escucha, sino hay cambio 
en el ritmo del balanceo, les infunde ánimos. 
«Te atraviesa con una frase», dijo 
esta persona. «Diría algo como 'No creo que eso sea suficientemente 
bueno' y eso sería el final y entonces solo querrías meterte en un 
agujero y morir», dijo. Apple rechazó realizar comentarios sobre Cook o 
sobre la compañía para este artículo. Sus seguidores dicen que su estilo metódico no se interpone en sus decisiones. Recordaron el fiasco de los mapas de Apple, en el que la firma sustituyó el producto de su rival Google con uno propio para el iPhone y quedó rápidamente claro que sus mapas no estaban listos.
Apple quitó importancia al principio a los fallos técnicos diciendo que Maps era «una iniciativa principal» y que sólo estaban empezando. Pero entre bambalinas, Cook pasó por encima de Scott Forstall,
 el jefe de software móvil (y favorito de Jobs) que fue responsable de 
los mapas, y encargó al jefe de los servicios de Internet Eddy Cue que averigüe qué paso exactamente y qué se debería hacer. 
Cambios en los responsables
Cook tenía muchas preguntas y el episodio también le llevó a pensar rápido en la futura dirección del crucial software iOS, dijo una persona cercana a Apple. Cook emitió una disculpa pública a los clientes, despidió a Forstall y dejó la responsabilidad del diseño a Jony Ive, un afín a Jobs que antes fue jefe de diseño de hardware. 
«La visión de Tim para implicar a 
Jony y conectar esencialmente dos iniciativas muy importantes de Apple 
en áreas de interés. Fue una gran decisión de parte de Tim que hizo 
independientemente y muy firme», dijo Bob Iger,
 consejero delegado de Walt Disney y directivo de Apple. Los empleados 
han realizado quejas y Apple parece haber tomado nota, realizando una 
encuesta de confianza en la crucial filial de ingeniería de hardware 
este año. Pero el mandato de Cook también se percibe como más suave y ha
 supuesto un cambio bien recibido por otros. 
Parece que con Cook existe una nueva 
voluntad de reconocer errores y una manera más abierta para afrontar 
problemas como las pobres condiciones de trabajo en los contratos con 
las manufactureras chinas. «En el aspecto social, la única manera para 
que Apple marque la diferencia en el mundo es ser -o creo 
fervientemente- totalmente transparentes», dijo Cook este año en lo que,
 paradójicamente, fue una charla a puerta cerrada en una reunión de su escuela de negocios. 
«Cuando se hace eso, se toma la 
decisión de contar lo bueno y lo malo, y esperamos que haciéndolo, se 
presione para que todo el mundo lo haga», dijo. Bajo presión de los 
inversores, Cook no sólo accedió a compartir una mayor parte de los 
150.000 millones de dólares (112.426 millones de euros) de efectivo en 
reservas con sus accionistas, sino que voluntariamente vinculó más su 
propia retribución a la evolución de la acción. Apple también está bajo 
la lupa por su estructura fiscal, con la que ha logrado miles de dólares
 en beneficios en sus filiales irlandesas. 
Cook defendió su política fiscal,
 que es legal, el pasado mes de mayo. Pero los accionistas se fijan en 
el beneficios neto y en el siguiente lanzamiento de un gran producto. La caída en los ingresos de Chinaen
 el segundo trimestre subraya la necesidad de Apple en su segundo 
mercado donde se estrecha la brecha tecnológica con sus rivales locales y
 mientras Samsung Electronics sigue sacando nuevos modelos en todas las franjas de precios. 
Los nuevos productos en marcha
Cook tuvo un voto de confianza este mes cuando el inversor Carl Icahn desveló
 que poseía una gran posición en acciones de Apple. Bob Iger dijo que 
Cook había tenido «un papel muy difícil dadas la persona a la que 
sustituye y la compañía que dirige». «Creo que lo ha hecho con 
destreza», dijo. «Hay una sinceridad real sobre quién es y no sobre lo 
que el mundo espera que sea, o lo que fue Steve. Y eso me gusta», dijo. 
A dos semanas para comprobar los 
nuevos productos y tantear la nueva (o no) revolución de Apple, muchos 
analistas se preguntan si conseguirán cautivar a sus fieles clientes de 
nuevo o si pasarán sin pena ni gloria como unas meras actualizaciones empujadas por la tendencia del mercado.