Los de Mountain View están planeando plantar cara a Apple en todos
los sectores.
Primero lo han hecho con el Nexus 7, el dispositivo con el que intentan quitar cuota al iPad de Apple y parecen estar consiguiéndolo. Pero parece que la cosa no se queda ahí. Google quiere tener su propia división de dispositivos móviles con Android, como hacen con Nexus, pero al estilo de Sony o Samsung. Motorola podría ser el motor de este proyecto, después de la compra de la compañía por parte de los del buscador, y un anti iPhone por 300 euros sería el objetivo.
Google sabe que poco se puede hacer con Apple en su nivel. Ellos están un escalón por encima de los demás si tenemos todos los aspectos en cuenta. El diseño, los materiales con los que está construido, la optimización de los recursos y el sistema operativo, además de la imagen que tiene, hacen del iPhone un dispositivo único e incomparable. Por todo esto, Google sabe bien que su objetivo tiene que ser conseguir un móvil competitivo pero, sobre todo, barato, con la mejor calidad precio del mercado, y las mejores prestaciones en lo referente al sistema operativo.
No se sabe bien cómo pretende hacerlo Google. Podrían usar Motorola, la compañía que compraron, para desarrollar este dispositivo. No obstante, hasta el primer trimestre del año que viene no se sabrá nada sobre el futuro de la compañía de móviles americana. Puede que Google piense venderla y quedarse con las patentes, que era la principal razón por la que la adquirió, o puede que simplemente se quedé en el olvido como muchas otras compañías adquiridas por los del buscador. En cualquier caso, lo que parece muy claro es que Google quiere sacar un iPhone killer supervisado por ellos mismos, al estilo del Nexus 7.
El precio de este rondaría los 300 euros, y vendría a romper todo el mercado, algo que no sabemos si es positivo, puesto que sería un duro golpe para las demás compañías fabricantes que usan Android como sistema operativo, que verían cómo bajan sus cifras de ventas, y tendrían que buscar otras alternativas, que pasarían por abandonar el apoyo a Android, algo que no sería nada positivo para Google.
Primero lo han hecho con el Nexus 7, el dispositivo con el que intentan quitar cuota al iPad de Apple y parecen estar consiguiéndolo. Pero parece que la cosa no se queda ahí. Google quiere tener su propia división de dispositivos móviles con Android, como hacen con Nexus, pero al estilo de Sony o Samsung. Motorola podría ser el motor de este proyecto, después de la compra de la compañía por parte de los del buscador, y un anti iPhone por 300 euros sería el objetivo.
Google sabe que poco se puede hacer con Apple en su nivel. Ellos están un escalón por encima de los demás si tenemos todos los aspectos en cuenta. El diseño, los materiales con los que está construido, la optimización de los recursos y el sistema operativo, además de la imagen que tiene, hacen del iPhone un dispositivo único e incomparable. Por todo esto, Google sabe bien que su objetivo tiene que ser conseguir un móvil competitivo pero, sobre todo, barato, con la mejor calidad precio del mercado, y las mejores prestaciones en lo referente al sistema operativo.
No se sabe bien cómo pretende hacerlo Google. Podrían usar Motorola, la compañía que compraron, para desarrollar este dispositivo. No obstante, hasta el primer trimestre del año que viene no se sabrá nada sobre el futuro de la compañía de móviles americana. Puede que Google piense venderla y quedarse con las patentes, que era la principal razón por la que la adquirió, o puede que simplemente se quedé en el olvido como muchas otras compañías adquiridas por los del buscador. En cualquier caso, lo que parece muy claro es que Google quiere sacar un iPhone killer supervisado por ellos mismos, al estilo del Nexus 7.
El precio de este rondaría los 300 euros, y vendría a romper todo el mercado, algo que no sabemos si es positivo, puesto que sería un duro golpe para las demás compañías fabricantes que usan Android como sistema operativo, que verían cómo bajan sus cifras de ventas, y tendrían que buscar otras alternativas, que pasarían por abandonar el apoyo a Android, algo que no sería nada positivo para Google.