Puedes esperar a que Google tenga listos sus coches autónomos,
o puedes esperar a que cualquier fabricante importante se disponga a
hacer lo mismo, pero lo que suena menos factible es que una pequeña
startup aparezca y tenga listo un sistema similar, ideado para
transformar vehículos Audi.
Cruise es el nombre de la compañía, y 10.000 dólares
la cantidad que piden por convertir al vehículo en algo que se mueve de
forma - relativamente - autónoma. Como era de esperar, cámaras,
sensores y radares son añadidos al coche, apareciendo en la zona
superior la reconocida torreta.
por ahora solo está disponible para el modelo Audi A4 y S4 desarrollado a
partir de 2012. Con una regulación bastante verde al respecto de los
coches autónomos, por ahora solo se plantean vender el kit en
California, donde Google está abriendo bastante el camino.
Al margen de sensores, el sistema añade mecanismos que actúan directamente sobre la dirección, frenos y acelerador
del coche. Como podéis comprobar en las imágenes, el cerebro del
invento pasa a formar parte del maletero. A pesar de la elección, desde
un principio dejan claro que no tienen nada que ver con Audi.
Más que un coche autónomo, podríamos describirlo como un paso adelante en esa dirección, una especie de piloto automático,
ya que hay que mantener la vista en la carretera, y las manos al
volante (Mercedes e Infinity ya ofertan sistemas similares). Lo que no
cabe duda es que de cara a la seguridad, tener un sistema que esté
pendiente de todo lo que nos rodea es siempre una garantía.
El sistema se encuentra en un estado joven de desarrollo, y no lo
pasa bien en cuanto aparece lluvia, niebla, o oscuridad. Su campo de
actuación preferido es el de las grandes autopistas, con los mapas bien reconocidos, y de hecho ellos mismos están creando su propia cartografía más detallada.
Es curioso, pero si echamos un vistazo a la planificación, una
startup constituida por ocho personas podría adelantarse a Google en la
salida al mercado (salvando las distancias del proyecto). Ya aceptan las
reservas - se limitan a 50 unidades -, y quieren instalar el sistema en
vehículos a comienzos de 2015.
o puedes esperar a que cualquier fabricante importante se disponga a
hacer lo mismo, pero lo que suena menos factible es que una pequeña
startup aparezca y tenga listo un sistema similar, ideado para
transformar vehículos Audi.
Cruise es el nombre de la compañía, y 10.000 dólares
la cantidad que piden por convertir al vehículo en algo que se mueve de
forma - relativamente - autónoma. Como era de esperar, cámaras,
sensores y radares son añadidos al coche, apareciendo en la zona
superior la reconocida torreta.
Sensores y radares para ir por la autopista
El sistema de Cruise ha sido bautizado como RP-1, ypor ahora solo está disponible para el modelo Audi A4 y S4 desarrollado a
partir de 2012. Con una regulación bastante verde al respecto de los
coches autónomos, por ahora solo se plantean vender el kit en
California, donde Google está abriendo bastante el camino.
Al margen de sensores, el sistema añade mecanismos que actúan directamente sobre la dirección, frenos y acelerador
del coche. Como podéis comprobar en las imágenes, el cerebro del
invento pasa a formar parte del maletero. A pesar de la elección, desde
un principio dejan claro que no tienen nada que ver con Audi.
Más que un coche autónomo, podríamos describirlo como un paso adelante en esa dirección, una especie de piloto automático,
ya que hay que mantener la vista en la carretera, y las manos al
volante (Mercedes e Infinity ya ofertan sistemas similares). Lo que no
cabe duda es que de cara a la seguridad, tener un sistema que esté
pendiente de todo lo que nos rodea es siempre una garantía.
El sistema se encuentra en un estado joven de desarrollo, y no lo
pasa bien en cuanto aparece lluvia, niebla, o oscuridad. Su campo de
actuación preferido es el de las grandes autopistas, con los mapas bien reconocidos, y de hecho ellos mismos están creando su propia cartografía más detallada.
Es curioso, pero si echamos un vistazo a la planificación, una
startup constituida por ocho personas podría adelantarse a Google en la
salida al mercado (salvando las distancias del proyecto). Ya aceptan las
reservas - se limitan a 50 unidades -, y quieren instalar el sistema en
vehículos a comienzos de 2015.